viernes, 24 de junio de 2011

El Zahir... (parte Nº 1)..

- ¿Cómo fue tu mesa?
- Normal. Lo de siempre.
- Pues yo he conseguido provocar una discusión interesante sobre el dinero. Pero acabó en tragedia.
- ¿A qué hora te vas?
- Salgo de aquí a las siete y media de la mañana. Tú también te vas a Berlín, podemos coger el mismo taxi.
- ¿Adónde vas?
- Ya lo sabes. No me lo has preguntado, pero lo sabes.
- Sí, lo sé.
- Como también sabes que nos estamos diciendo adiós en este momento.
- Podríamos volver al tiempo en que te conocí: un hombre hecho pedazos por alguien que se fue y una mujer perdidamente enamorada de alguien que vivía en la casa de al lado. Podría volver a decirte lo que te dije un día: voy a luchar hasta el final. He luchado y he perdido; ahora pretendo curar mis heridas y seguir adelante.
- Yo también he luchado, también he perdido. No estoy intentando coser lo que se rompió: simplemente quiero ir hasta el final.
- Sufro todos los días, ¿lo sabías? sufro desde hace muchos meses, intentando demostrarte cómo te amo, cómo son las cosas importantes sólo cuando tú estás a mi lado.
Pero ahora, incluso sufriendo, he decidido que ya basta. Se acabó. Me he cansado. Desde aquella noche en Zagreb, bajé la guardia y me dije a mí misma: si viene el siguiente golpe, que venga. Que me ponga contra las cuerdas, que me noquee, ya me recuperaré algún día.
- Encontrarás a alguien.
- Claro que sí: soy joven, guapa, inteligente y deseada. Pero será imposible vivir todo aquello que vivido contigo.
- Encontrarás otras emociones. Y que sepas, aunque no lo creas, que te amé mientras estábamos juntos.
- Estoy segura, pero eso no disminuye en nada mi dolor. Mañana iremos en taxis separados: detesto las despedidas, principalmente en aeropuertos o estaciones de tren.

0 comentarios: