Soñé contigo esta noche
Me besabas de mil maneras
Mientras me contabas tantas cosas..
Y yo, así como se saborea una fruta
Te besaba con toda la boca
Un poco por todas partes…
El inicio de cada
pareja, cuando de las risas, las palabras y las riñas, pasamos a los besos,
primero cálidos y secos, con miradas bajas y ojos a medio cerrar, como si quisiéramos
detenernos allí mismo por un breve momento y preguntarnos: ¿acaso nos amaremos?..
como con miedo, sospechando que, desde esa puerta, del “amor a ciegas” ya no
hay retorno y los consejos de la abuela ya no sirven de nada.
Recuerdo cuando decían
“de un beso se pasa a la cama y de la cama al sufrimiento”.. y existen
infinidad de casos, de esa forma tan tonta, salen corriendo, y yo te he visto
en mis sueños, antes de conocerte con tu cabello suelto, y sí.. tus besos ya
los había probado en otra vida, mala mía porque no me acuerdo.
Según lo que
tenemos, nos ha ido excelente ignorando los consejos y sigamos nuestra
Crónica.. y encendamos la sangre que recorre nuestros cuerpos y tus caderas que
son lava volcánica y tus orgasmos fuego intenso, que nuestras manos se
encuentren como dos pasajeros, en una terminal cualquiera destinados a viajar
juntos.
Acariciarte el
cuerpo, la mente, los labios.. besarte la boca como si fueses deseo.. y vamos
cuesta abajo y yo voy corriendo.. amor, sentimientos.. surgen los te amo, trepan
los te quiero y la vida es alegría, bellos sentimientos y es curioso como
depende del día de la semana.. los besos pueden ser más como mordiscos y tus
gemidos se confunden con un susurro discreto.
Y luego de
desnudarnos, luego de que arañes mi espalda y arques hacia mi todas aquellas
ganas de tenerme dentro.. la calma se posara sobre nuestros cuerpos y solo el
que aprecie a una mujer desnuda, entenderá un poco lo que estoy escribiendo; y
ningún hombre vera nunca en su vida algo más hermoso que una mujer durmiendo,
desnuda, después de haber hecho el amor.. después de haber tenido sexo.
Soñé contigo esta noche
Tus tacones y tu falda.. tiradas por el suelo
Mientras sentíamos tantas cosas
Y yo, así como un marinero loco
Naufragaba en tu cintura
Sin importarme demasiado
0 comentarios:
Publicar un comentario