acostado boca arriba en mi cama con las luces apagadas, frente a mí, el televisor con algún videoclip musical de poca importancia, pero me sirve de ambiente, tablet en mi pecho encendida, aunque solo se vea el soso protector de pantalla, un ligero olor a humedad en el aire, llueve pensé, pero mi mirada seguía clavada en aquel techo blanco de mi habitación.
¿cuánto tiempo
ha pasado?
Son unos
pocos días, pero parecen meses quizás años, he perdido la noción
del tiempo, hasta ese punto has afectado mi vida, sin ti me encuentro en otra dimensión
donde el tiempo se ha aletargado, tres segundos o tres años son iguales, decidiste
alejarte de mí, acepto que sufro de impotencia el saber de los malos consejos
que te dan de mi en tu oficina.
¿lo crees?
siento que
ya no puedo confiar, sin embargo, lo que si te puedo afirmar es que te extraño,
piel blanca que hipnotiza con olor a perfume de mujer, ojos marrones penetrantes
pero tierna mirada, cabello azabache recién cortado y recogido detrás de tu
oreja, como es posible que si mi único deseo es no perder la esperanza de que en
un día no muy lejano podamos sentir nuevamente nuestros labios, tu no piensas
lo mismo que yo.
te siento
inconforme, dudosa y hasta triste, no combina con tu aparente disfraz de
seguridad y calma, ¿en qué punto empezamos a caminar por otra vereda? ¿en qué
momento para ti las cosas cambiaron de sentido? ¿por qué buscas en otras
personas lo que yo tengo?. No necesito una pizarra para escribir lo que siento
ni una guitarra para decirte que te quiero. Pero al parecer tu no lo ves así.
Te
extraño..
ahora solo
puedo acostarme y seguir mirando el techo, aún dejo la mitad de la cama para
ti, esperando el día que decidas volver..
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