te preguntaría si te han besado la espalda como yo te la beso.. pero sería mala educación hacerlo..
una dama como tú
no recuerda esas cosas, aunque para ayudarte a hacer memoria paso mis dedos que
suben y bajan.. de manera inocente en caso no recuerdes nada..
un refugio entre
tus piernas, es lo que deberíamos montar, mi morbo y yo.. beber el agua de tu
fuente y cazar en tu bosque a la misma Afrodita en caso la encuentre.
mi mano curiosa avivaría
mis incendios y nada más inflamable que tu inocencia quizás fingida.. quizás no y mi imaginación volátil que toma vuelo.. que viene y va.. y tu espalda que
sigue igual, tan vainilla tan tuya.. tan mía en algunas noches sin minutos junto
a mis labios resecos.
se muy bien que
esos dos o tres ex novios tuyos no te besaron como se debe.. y tranquila que no
es nada del otro mundo esos mordiscos en tu espalda que te causan escalofríos,
solo es el complot de mis labios contra tus poros.
se me complica
acoplar mis caricias a tu respiración, más de lo que parece.. si pudieras
mantener el ritmo.. respiras como una montaña rusa y sorpresa, mis dedos
controlan tu velocidad.
te preguntaría si
te han besado la espalda como yo te la beso.. pero un caballero no pregunta
esas cosas.. y sinceramente, tampoco me interesa.
y es que.. damas
como tú..
no tienen memoria..
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